viernes, 24 de noviembre de 2006

Este blog lo cree en honor de mi compositor Jean Marie Leclair llamado el "el angel " y al barroco



Jean-Marie Leclair (1697-1764).

Biografía:
Compositor, violinista y bailarín francés, Jean-Marie Leclair es considerado el fundador de la escuela francesa de violín. Antes de los 19 años ya dominaba la interpretación de violín y la danza. Entonces aparecía entre los bailarines de la Opera de Lyons y también pudo realizar tal actividad en Rouen. Las primeras obras conocidas de Leclair aparecen en un manuscrito de 1721 que contiene 69 sonatas para violín de autores italianos y franceses. Ahí aparecen 10 sonatas suyas, las que más tarde serían publicadas como Ops.1 y 2. Leclair estuvo en Turín en 1722, posiblemente trabajando en unas festividades nupciales reales, y de vuelta en París en 1723 fue contratado por uno de los hombres más ricos de Francia, Joseph Bonnier, mientras preparaba la publicación de su Op.1. En junio de 1726 Quantz visitó Turín y mencionó en su diario que Leclair se encontraba estudiando ahí con Somis. Al año siguiente fue publicado en París un segundo libro de sonatas para violín y Leclair debutó apareciendo diez veces en el Concert Spirituel, donde fue aplaudido al interpretar sus propias sonatas y conciertos. También viajó a Londres y a Kassel, donde actuó en la corte con Locatelli. Ese encuentro pudo ser una de aquellas “batallas” musicales entre los estilos francés e italiano que tanto interesaban a los escritores del periodo. Se dice que Leclair tocó “como un ángel” y Locatelli “como un diablo”, vale decir, el primero conmovió a la audiencia con la belleza de su tono y el segundo con su pirotecnia. Numerosas actuaciones y publicaciones en París condujeron al reconocimiento oficial cuando a fines de 1733 fue nombrado Ordinaire de la Musique du Roi por Luis XV. Leclair respondió dedicando al monarca su tercer libro de sonatas y entró en contacto con los mejores músicos franceses del periodo. El empleo terminó en 1737 cuando Leclair discutió con Guignon sobre la dirección de la orquesta del rey. Leclair aceptó una invitación a la corte de Orange en los Países Bajos, específicamente de la princesa Ana, quien se había convertido en una talentosa clavecinista gracias a Haendel. La amistad entre ambos condujo a la dedicación del Op.9 de Leclair a la princesa y la condecoración del músico con la Cruz Holandesa del León. Desde 1738 hasta 1743 Leclair pasaba tres meses al año en esa corte. En 1743 retornó a París para publicar su cuarto y último libro de sonatas para violín, en 1744 pasó un tiempo en Chambery interpretando para el príncipe español, a quien le dedicó su Op.10, y luego retornó a París, donde pasó algunos años en un semi-retiro enseñando y componiendo para la familia Bonnier. En octubre de 1746 su única ópera, Scylla et Glaucus, fue estrenada en la Academia Real, siendo bien recibida y recibiendo 18 presentaciones antes de pasar al olvido. En 1748 fue contratado por el Duque de Gramont, ocupando el cargo de compositor y director musical del teatro privado del duque en Puteaux hasta el final de su vida. Aunque escribió varias piezas vocales e instrumentales para el teatro, ninguna se conserva en la actualidad. Leclair se separó de su esposa y se trasladó a un peligroso barrio, siendo asesinado una tarde de 1764 a la entrada de su casa. Entre los sospechosos estuvieron su esposa y un sobrino, pero nunca se condenó al culpable. El mayor aporte de Leclair como compositor fue modificar y acomodar el estilo de sonata de Corelli al gusto francés. La sonata italiana quedó poblada de elementos recogidos de Lully, así como de los clavecinistas y los intérpretes de viola franceses. Aunque hubo otros que intentaron la síntesis, Leclair fue el más exitoso. En sus conciertos se acercó al modelo de Vivaldi en sus movimientos rápidos y a menudo introdujo el gusto francés en los lentos. Las demandas técnicas son considerables ya que Leclair dominaba todos los estilos de la época.